miércoles, 28 de octubre de 2015

DE SALCHICAS, NUTELA Y CAMBIO CLIMÁTICO

Esculturas para la Cumbre del Clima en Paris


Lo que ha venido a decir la Organización Mundial de la Salud era ya vox populi. ¿Entonces a qué viene tanta alarma?. Debe ser que preocupa que se eleve a categoría científica una máxima que ya conocíamos. El jefe de la investigación,  Kurt Straif, no tiene cara de loco. Si tiene cara de algo es de no tomar salchichas ni carne procesada. Tras la alarma generada ha dicho con  toda tranquilidad que el método científico utilizado para llegar a esta conclusión es válido. A su favor tiene que no hay ningún informe que diga lo contrario. En esto de la seguridad alimentaria hay mucha trampa comercial y a mi me tranquiliza que frente a la batalla de marcas y etiquetas que nadie entiende un informe científico nos diga las verdades. Además sin presión de Lobbys. Lo dice claro también Kurt Straif a quien ya tengo en mi lista de héroes para la historia "Que el público decida en quien confiar: en la industria o en nosotros".
No tuvimos tanta suerte cuando Ségolène Royal ministra de ecología de Francia declaró la guerra al aceite de palma por su coste medioambiental y se atrevió a nombrar hasta cinco productos que contribuyen a este expolio natural. Entre ellos Nutella. Ahí salió toda la maquinaria italiana. "Deje en paz a los productos italianos" le respondió a Ségolène su homólogo italiano. También la maquinaria europea salió al paso en defensa de la industria italiana.
Pero Nutella ha sufrido otras amenazas más dañinas que las palabras de Ségolène. La amenaza del cambio climático. Su producción se ha visto afectada -mira tu por donde- por la falta de lluvias. Sin lluvias la producción de avellanas es menor y la avellana es, junto al cacao, la leche y otras cosas más ingrediente esencial de esta marca italiana.
A lo que voy. Cuando Ségolène Royal habló de Nutella también estaba defendiendo la lucha contra el cambio climático que tanto ha afectado a esta marca. Ella como Kurt Straif sabe que la evolución del clima pone en riesgo la seguridad alimentaria. La cumbre de París en la que ha enfocado casi toda su gestión como ministra deberá trazar el camino para luchar contra el deterioro del suelo.
Este bateau sûr le Sena recuerda en París la necesidad de afrontar con responsabilidad un auténtico compromiso político que luche no sólo contra la evidencia de la naturaleza sino también contra los intereses económicos que creen más en las bonanzas de Nutella que en las de la Organización Mundial de la Salud. La misma Naciones Unidas. Por cierto que la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria no se ha pronunciado sobre las salchichas. ¿Será por que su sede está en Alemania y allí la salchicha es sagrada?