jueves, 5 de mayo de 2016

LA HOJA DE RUTA DE VUELTA A SCHENGEN, ¿UNA BROMA?

A estas alturas tras firmar el conocido como acuerdo de la verguenza con Turquia se esperaba que Bruselas pidiera a los estados que han suspendido Schengen su restablecimiento. Pues no, lo que ha hecho es apretar el acelerador, con la marcha atrás puesta y mantener la suspensión de Schengen que hicieron de forma unilateral cinco países de la Unión y por la que muchos se llevaron manos a la cabeza.

Lo anunciaron esta semana el Vicepresidente de la Comisión Europea, Fran Timmermans y el Comisario Europeo de Inmigración, Dimitris Avramopoulos. La Comisión -decían- pedirá al Consejo Europeo que autoricen seis meses más la medida. Esto es que Austria, Alemania, Dinamarca, Suecia y Noruega mantengan su medida porque la Comisión Europea considera que persisten las razones por las que estos países levantaron vallas unos y pusieron controles otros.

Osea que estos países contarán ahora con el beneplácito de la Unión en una decisión para la que no pidieron permiso a nadie. El Consejo Europeo en su próxima cumbre de junio dará luz verde a la propuesta.

¿A quien pretenden engañar? pues a pocos ya, cada vez  son menos los que creen a pies juntillas en la inocencia de estos pasos. Timmermans y Avramopoulos salieron al ruedo en rueda de prensa para explicar la carambola disfrazándola de legal. Que es así como se hace, la Comisión debe proponérselo a los estados -decían-, cuando sabemos que en este tema es precisamente al revés, es el Consejo Europeo, en el que se sientan los estados, el que quiere mantener la suspensión de Schengen.

Y para tranquilidad del común, osea de los europeos, afirman que "la hoja de ruta fija para finales de año la vuelta a un funcionamiento normal del espacio Schengen", reiteran sin rubor "que Schengen constituye uno de los mayores logros de la Unión Europea" y, esto ya es la repera "Preservamos Schengen mediante la aplicación de Schengen", porque todo se ha hecho de acuerdo al Código que regula este Tratado de libertad de movimiento en las fronteras interiores.

Lo peor es que no es una broma, va en serio, y en menos de un mes Austria, Alemania, Dinamarca, Suecia y Noruega tendrán el visto bueno a una medida que para muchos es muy peligrosa porque puede poner en riesgo el futuro de uno de los pilares de la Unión. La medida tampoco es creíble porque cuando se estableció el control de fronteras interiores el propio Juncker se llevó manos a la cabeza y alerto de los riesgos políticos y económicos.

Por cierto, ¿no se han preguntado que  si persisten las causas será porque las medidas que han adoptado tampoco han funcionado?.

La Comisión Juncker 2014-2019