sábado, 24 de octubre de 2015

Derecho a saber qué sucedió.



Familiares de desparecidos ante el Parlamento Europeo

No conocí a Paul Nolan Miralles ni tampoco conozco a su tío Melchor Miralles, que esta semana expuso con detalle, en el Parlamento Europeo, las circunstancias de la desaparición de su sobrino. Qué horror!!!. No me imagino cómo una familia puede sobrevivir después de una cosa así. Paul desapareció en Ámsterdam y su familia tuvo que ingeniárselas sin colaboración policial para encontrarle. Lo encontraron muerto nueve días después en un canal cerca de donde Paul había aparcado su bicicleta. Su cuerpo apareció a pedazos en una secuencia tremenda que su tío relato con mucha precisión y que yo me voy a ahorrar. Lo encontraron pero siguen con la incógnita de saber que sucedió.  No es el único caso. Según SOS Desaparecidos hay 10 mil desapariciones al año en la UE. El 92 por ciento se resuelve con éxito y el resto, el 8 por ciento no. Allí estaban también los padres de Hodey Eguiluz que desapareció hace dos años en Amberes. Se han recorrido miles de comisarías en toda Europa y les sorprende la falta de coordinación porque cuando llegan allí comprueban que desconocen la desaparición de su hijo.
En el PE han pedido coordinación y un protocolo de actuación similar al de la protección de las victimas de violencia de género y del terrorismo. Después de escuchar a sus familiares los he tenido presentes en muchas conversaciones con amigos esta semana tomando una cerveza. Justo lo último que hicieron Paul y Hodey antes de emprender el regreso a su casa. Tomar unas cervezas con amigos. Tremendo.

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