martes, 13 de septiembre de 2016

ESPERANDO A THERESA

Mientras Theresa May no comunique a Bruselas la decisión de los británicos de salir de la Unión Europea el famoso artículo 50 no se activará, y eso significa que la cuenta atrás para el inicio de la negociación no empezará. Tras su famosa frase "Brexit it´s Brexit" la espera se está haciendo larga y toda la Unión Europea espera con impaciencia saber que relación quiere Londres mantener con Bruselas en el futuro.

Hasta aquí la versión oficial. La contra-oficial podría ser que haya ya una negociación soterrada y que ya se esté perfilando esa salida que  tres meses después del referéndum desean cada vez menos británicos.
En el colmo de la confusión esta semana hemos visto a Julian King, diplomático británico, ante la Comisión de Justicia y Libertades del Parlamento Europeo presentando su programa para ser comisario de "Unión para la Seguridad" si sus señorías tienen a bien darle su apoyo.

Es lo que está escrito, los británicos seguirán teniendo los mismos derechos que cualquier estado miembro hasta que se formalice su salida, pero resulta cuanto menos paradójico que la honrosa marcha de Jonathan Hill como comisario de estabilidad Financiera al día siguiente del referéndum, termine con la presentacion de un nuevo candidato y no hayan tenido en cuenta la posibilidad de dejar su silla vacante.

He de decir que su discurso fué "europeisticamente" hablando impecable, pero Julian King, comenzó su intervención advirtiendo que siempre ha sido europeísta y que hizo campaña a favor de la permanencia de Reino Unido en la Unión Europea. La cartera "Unión para la Seguridad" es nueva, responde a una remodelación hecha por Juncker y Julian King deberá  coordinar sus trabajos con otros dos comisarios, el de inmigración Dimitris Avramopoulos y Vera Jourova, Comisaria de Justicia.

Muchos eurodiputados se interesaron por saber cómo se va a hacer esa coordinación, y cuestionaron su independencia al tener que rendir cuentas, en cada una de sus medidas, ante otros dos comisarios. La sesión fué correcta en las formas, también por parte de sus colegas británicos. Alguno se quejó de que King compareciera ante la comisión como si no hubiera pasado nada y los británicos no estuviesen en el trance de salida de la Unión. También le preguntaron cuanto tiempo pensaba estar en ese cargo, dejando entrever indirectamente el quid de la cuestión, que no es otro que intentar averiguar cuanto tiempo tendrá que pasar para que Reino Unido abandone la Unión Europea. Un matiz que aprovechó otra británica para señalarle "espero que sea el mismo tiempo que a mí y que sea pronto".

En fin, el panorama del Brexit no está despejado y ante ese nubarrón comparece mañana Jean Claude Juncker en el Parlamento Europeo para explicar su gestión. A Juncker le viene de perla que el viernes se reúna el Consejo Europeo en Bratislava para hablar del Futuro de la Unión, porque mientras se hable del futuro, el pasado, su gestión de dos años, pasa a un segundo plano.

Quizás mañana también despejamos dudas sobre si el futuro de la Unión será con Juncker o sin él.




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