martes, 24 de noviembre de 2015

LA GUERRA DEL PLATANO CANARIO: ¿UNA GUERRA PERDIDA?

A vueltas con el plátano canario en la Unión Europea. Esta semana ha vuelto a dejar noticias y no buenas sobre el futuro del plátano de Canarias, para quien no lo sepa el mejor del mundo, la mayor producción platanera en la Unión Europea y también la más castigada. Pero creo que el castigo ha sido consentido.
El plátano canario lleva años defendiéndose mal y agarrándose a perchas que lo llevan a su desaparición. No se si es la incomprensión de Bruselas o la mala defensa que se ha hecho por los interlocutores de las islas, o las dos a la vez. Creo que la negociación cerrada hace cuatro años cuando la UE empezó a cerrar acuerdos de Librecomercio con Latinoamerica y Centroamérica,celebrada por el sector, era el principio del fin.
Pasar a ser un sector subvencionado no era una buena noticia y alegrarse y celebrar el acuerdo como un logro un error. Siempre he pensado que si a los plataneros canarios Europa le subvenciona cada platanera el siguiente paso es que ya ni se preocupen en recoger las piñas de plátanos y dejarlas  caer al suelo.
Los Acuerdos de Librecomercio con Latinoamerica y Centroamerica ya hace tiempo que vienen plasmando su repercución en la presencia de bananas en el mercado europeo en general, y de forma más dolorosa en el mercado peninsular, que durante un tiempo estuvo reservado en exclusiva para el plátano canario. Eso ya no sucede. Y no sucede porque no se defendió y se acordó la preservación del plátano canario solo en cuanto a interés paisajístico. Osea, que la platanera en Canarias sólo tiene interés para Europa en cuanto a su aportación al paisaje y -ahí otra novedad- para la lucha contra el Cambio Climático.
No digo yo lo contrario, que va, dos buenos argumentos, pero no debieron ser los únicos. Osea que según esos acuerdos a Europa le interesa sólo la platanera canaria pero no el plátano. Subvenciona la platanera porque repercute en el aire que respiramos y contribuye a la reducción de dióxido de carbono, y se olvida del potasio que aportaría a los europeos su consumo. También se olvida de los empleos que genera y de lo que pesa en la economía canaria.
Hoy traigo esto a colación porque me ha sorprendido la preocupación mostrada en el Parlamento Europeo por el eurodiputado Gabriel Mato en el debate sobre el acuerdo de librecomercio con Ecuador. Cierto que Ecuador es el gran productor de banana, pero la multinacional Chiquita ya trae a Europa millones de toneladas de bananas que controla en otros países. ¿Por qué se preocupa ahora Gabriel Mato? Será porque ya se están viendo los efectos de los acuerdos cerrados hace tres años y porque los plataneros ya están tirando sus piñas. Ya se está vislumbrando que no hay mercado para el plátano canario, salvo en las islas claro.
AhÍ va el video con la intervención de Gabriel Mato. Tengo que decir que por lo menos en el video aprecio que la Comisaria de Comercio, Cecilia Malstrom le escucha con interés. Ella que vivió en España debió comer muchos plátanos canarios, y quizás sabe, como dije más arriba, que es el mejor del mundo.


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