sábado, 12 de diciembre de 2015

COMO MAFALDA, CONTENTA POR EL PLANETA, PERO A MEDIAS

Las Cumbres del Clima son las más larga del planeta y no es un juego de palabras. Son las que más duración tienen desde que comienzan hasta que terminan, dos semanas para decidir si se ponen o no de acuerdo en defensa, precisamente, de eso, del planeta. París ha terminado con un acuerdo vinculante. Osea que el aspecto más polémico en los días previos a su inicio se ha saldado con un resultado positivo. Según Laurent Fabius, presidente de la COP21, París se ha visto favorecida por una constelación planetaria.

Pero es un éxito a medias aunque el documento final afirme que es justo y equilibrado. Para que el acuerdo sea vinculante ha habido que hacer cesiones. Es verdad que el documento final contempla por primera vez el compromiso de toda la comunidad internacional para fijar límites a la temperatura del planeta y que no suba más de 2º centígrados y procurar que ese límite sea del 1.5%. Pero también es verdad que en el documento final no se dice nada sobre los plazos para la descarbonización de la economía, un objetivo al que la UE ponía plazo, el 2050, y que ha aceptado rebajar no solo en el tiempo sino también en su propia filosofía. Al final se ha aceptado cambiar la terminología. En vez de "descarbonización de la economía" el texto habla de avanzar hacia una "economía neutra en carbono", para que doliera menos a los intereses de lo países productores de combustibles fósiles.

Osea cuestión de matices que siguen dejando a la UE con su listón alto pero el pabellón bajo. Los 28 hacen gala de tener la propuesta más ambiciosa en defensa del clima pero sus objetivos no son compartidos por el resto. ¿Es una mala estrategia?. No me vale el argumento de que se ha hecho todo lo posible. Necesitábamos más compromisos que nos permitan pensar que el Planeta en el que vivimos está a salvo, de momento -igual que paso después de Copenhage y Lima- tenemos serias dudas.

Paris deja el camino abierto para poner las esperanzas en la próxima cumbre del clima en Marruecos, que toma ahora el relevo. Lo aprobado evidencia que pesan más las respuestas políticas que las evidencias de la naturaleza. Los que tienen la potestad de decidir no se creen lo que la naturaleza confirma cada día: que aumentan las temperaturas, que los niveles de dióxido de carbono en la atmósfera también aumentan, que los niveles de nieve y hielo han disminuido, que los océanos también se calientan y que el nivel del mar ha aumentado como consecuencia de la disminución del volumen de la nieve y el hielo.

Igual tenía razón Fabius la constelación planetaria se confabuló, pero creo que en contra. Igual falto poner los pies, la cabeza y el corazón en la tierra. Me encanta esta foto informa de que no hay plan B para el planeta y que la Navidad está a la vuelta de la esquina. Menos mal.




Después de oír a Fabius la COP 21 se dispone a votar el borrador del acuerdo, espero que no lo recorten más. Yo me voy a dar un paseo al mercadillo de Navidad de Bruselas.

PDT: A la vuelta del mercadillo me enteré que aprobaron el borrador y que lo celebraron con gran éxito. Pues que bien. Así se escribe la historia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario