martes, 30 de agosto de 2016

PARECE QUE VA EN SERIO PERO ALOMEJOR NO

Bruselas se ha tomado en serio, al menos eso parece, la lucha contra el fraude fiscal. Una de las prioridades de la Comisión Juncker que adquirió mayor fuerza tras el escándalo de los Papeles de Panamá que salpicó a políticos y empresas de todo el mundo. Las investigaciones de la Comisión Europea han ido en paralelo a la investigación abierta en el Parlamento Europeo a través de varias comisiones especiales creadas al efecto.

Por estas comisiones parlamentarias han pasado no sólo Appel, también google, Mc´Donalds, Starbucks e Ikea, en sesiones memorables de transparencia en la que unos y otros debían responder a las preguntas de sus señorías, que tengo que decirlo, hicieron bien su trabajo. No escatimaron esfuerzos en esclarecer con sus preguntas el entramado fiscal por el que estas empresas han eludido el pago de parte de sus impuestos y por el que han desviado sus beneficios en Europa a paraísos fiscales. Esa investigación sigue en curso y tras el periodo inhábil de agosto ahora vuelven  a la tarea para antes de final de año elevar sus conclusiones. 

La multa de la Comisión Europea a Appel para que devuelva 13.000 millones de euros evidencia que Juncker quiere cumplir con su compromiso y acabar con la idea de que las multinacionales ejercen competencia desleal y gozan de ventajas fiscales frente a otras empresas. Para ello el mandatario europeo se vale del coraje de la comisaria de la competencia Margrette Vestager que no se ha amilanado ante las presiones que han llegado desde Washington para evitar la sanción a su buque insignia que es la mayor empresa del mundo por capitalización bursátil. El argumento de la Comisión es que ninguna empresa debe tener un trato fiscal diferenciado y que la ley es igual para todos, y considera que la política fiscal que Irlanda ha venido aplicando a Appel supone una ayuda de estado ilegal. La sanción, de 13.000 millones de euros, es la mayor devolución de impuestos registrada en la Unión Europea. 

Se avecina un gran conflicto legal de Appel contra la decisión de la Unión Europea en el que las dos partes pondrán toda su artillería a funcionar. Me creo que Juncker va en serio en esta lucha contra el fraude pero también creo que necesita gestos de este calibre en su política para equilibrar la balanza de cumplimiento de programa. Y es que Juncker en breve se someterá a su segundo debate del Estado de la Unión Europea. Ya lo comenté algún día, del primer debate Juncker salió de rositas, y de éste, en el pleno que comienza el 12 de septiembre en Estrasburgo quizás salga vapuleado. Además con esta estrategia de lucha contra el fraude intenta también limpiar su imagen y enterrar las flechas que apuntan a señalarle como el principal responsable de LuxLeaks, otro escándalo fiscal europeo que ofreció ventajas fiscales a  multinacionales para que se establecieran en Luxemburgo. Y todo ocurrió cuando Juncker era el primer ministro de este pais. El parlamento rechazo en su momento la creación de una comisión de investigación sobre LuxLeaks y una moción de censura contra el presidente de la Comisión Europea. Igual Juncker sabe que  está perdiendo el apoyo en la eurocámara y ahora trata de enmendar la plana. Y antes de terminar un apunte más, vale que el informe de la Comision TAX del Parlamento Europeo no es vinculante, pero fijar la multa a Appel antes de conocer las conclusiones del Parlamento es una falta de consideración a la Institución.

Aquí les dejo el video del voto en la eurocámara que rechazó la moción de censura contra Juncker





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